miércoles, 22 de julio de 2015

Palabras

Qué bonito es el lenguaje cuando sabemos usarlo.

Qué bonito es que alguien te diga que sólo leyéndote le subes el ánimo sin conoceros de nada, y ya ha cambiado el día completamente.

Qué bonito es tener algo que contar, transmitir a través de los detalles, y poder hacerlo con una herramienta tan necesaria como es la expresión.

Sin importar edad, capacidad o formación. Por eso soy esa escritora que todos llevamos dentro.

Qué bonito es tener a alguien que te escriba.

Y como decía Goytisolo, tú siempre acuérdate de lo que un día yo escribí pensando en ti, pensando en ti, como ahora pienso.

Mi letra

sábado, 18 de julio de 2015

Preguntas

No entiendo el mundo. Y tal como no lo entiendo no espero nada de él.

¿Por qué os hacéis llamar compañeros si estáis esperando la ocasión en ir contra el de al lado por cualquier motivo banal y ridículo?

¿Por qué decís luchar, si luego sois los primeros en alimentar la envidia y la violencia  (física, verbal, psicológica) contra cualquiera en vez de uniros contra los que sí la merecen?

¿Por qué estamos en un planeta donde ni siquiera lo cuidamos ni nos cuidamos a nosotros mismos y decimos querer cambiar el mundo? ¿Por qué somos tan estúpidos?

sábado, 4 de julio de 2015

Reflexión

Nos hemos acostumbrado a vivir la vida bien. A sentir que somos europeos y merecemos lo más alto en la escala evolutiva. A categorizar en una imaginaria pirámide los trabajos más denigrantes desde la base a lo más exitoso que podemos alcanzar, la meta, la cumbre de todos nosotros.
Esos trabajos tan necesarios pero dotados de precariedad, escasa formación y marginación social que los dejamos para que los realicen los inmigrantes. Que sean nuestros esclavos desde lo más bajo.
Pero ese auge y esos sueños que el propio capitalismo nos trajo se fueron con él. Llegó la crisis y la esperanza de poder convertirnos en grandes se desvaneció estando todos al mismo nivel. Da igual cuáles eran tus expectativas. No eres nadie. Lo que el capitalismo te da el capitalismo te lo quita. Estás aquí para servir igual que ellos.

Y todo esto lo digo mientras escucho desde mi ventana el ruido del trabajo de unos obreros que llevan currando desde esta mañana.