Aprende que una persona no se mide por su nivel de estudios, si no por su actitud, reflexión, pensamiento y lo que tiene que aportar.
Aprende que una persona no merece ganar menos cuantos menos estudios tenga, pues normalmente son quienes hacen los trabajos más duros y se aprovechan de su formación para explotarles.
Aprende que una persona tiene motivos personales para no querer estudiar, o estudiar más tarde, o ponerse a trabajar porque lo necesita más que sacarse otro título.
Aprende a no medir ni meterte en la vida de los demás por el numerito que ponga en un papel o las aspiraciones que tenga o que le lleven a no sentirse cómodo en un sistema que le trata -y le prepara- como mercancía.
Es algo con lo que nos bombardean desde nuestra mas tierna infancia, es una pena que la visión en general de la sociedad de hoy a la hora de valorar a un ser humano esté basada en esa fría clasificación por decirlo de alguna manera.
ResponderEliminarBuena crítica.